El talento de Alonso no pudo con Red Bull.
El piloto asturiano fue capaz de motivar a Ferrari y liderar la remontada cuando todo parecía perdido, aunque el esfuerzo resultó finalmente baldío porque las carencias de la escudería salieron a relucir.
Manuel Franco | 17/11/2010
Con lágrimas, por tristeza desesperada, por alegría en la sorpresa. Así terminó el domingo en Abu Dhabi el mejor Mundial de la historia de la Fórmula 1, con Sebastian Vettel como campeón cuando toda España celebraba ya el tercer título de Alonso. Ahora las críticas recaen en la desastrosa gestión de la última carrera por parte de Ferrari, pero como el propio piloto asturiano dice, un título no se gana ni se pierde en un gran premio.
Ha habido muchos factores: la brillantez de los rivales, la suerte, mala o buena, la mecánica... Lo cierto es que Vettel, finalmente, es justo campeón y uno de los mejores pilotos de la F-1 junto a Hamilton, Fernando y quizá Kubica. Alonso no lo pudo conseguir, pero estuvo a punto y luchó hasta el final en su primer año con la escudería italiana. Éstas son las razones de un fracaso que estuvo a punto de convertirse en el gran éxito del, aún y esperemos que por poco tiempo, bicampeón español, de por qué no se pudo, pero se luchó hasta el final. Por orden de importancia...
Lo que le mantuvo en la lucha
Permisividad de la FIA en Alemania
Se pueden opinar sobre las órdenes de equipo, estar a favor o en contra, pero hay una evidencia: están prohibidas. En Alemania, Alonso gano la carrera porque Massa le dejó pasar. El asturiano era mucho más veloz que su compañero, no le adelantó porque le sorprendió su agresividad, pero lo podía haber hecho. Sin embargo aquéllo quedó como las órdenes de equipo más flagrantes, entre otras razones por la actitud del brasileño y su ingeniero de pista. Pues bien la sanción final de la FIA en primera y segunda instancia fue de 84.000 euros y una amonestación cuando según la reglas pudo ser mucho más dura. De ésa salieron bien parados...
Capacidad de evolución de Ferrari
También hay que reconocer a Ferrari haber sabido reponerse de los malos momentos. Comenzó el año con un buen coche que después fue perdiéndose hasta llegar a Turquía, donde ninguno de los dos pilotos llegó a la Q3. A partir de Silverstone, el gran premio posterior al que se celebró en Valencia, sin embargo, la cosa cambió, Ferrari comenzó una carrera por evolucionar su coche digna de admiración y consiguió convertir el F10, gracias a un nuevo suelo, a otro difusor, a un 'F-Duct' perfeccionado, a su manera de cuidar los neumáticos, a los escapes bajos... en un coche competitivo en las manos de Alonso.El entusiasmo por la llegada del español y la capacidad de trabajo de Ferrari son indiscutibles. Además, supieron rectificar y darse cuenta de quién era el primer piloto del equipo, al contrario que en McLaren, donde ficharon a un bicampeón del mundo para que fuera comparsa de su joven estrella.
Los milagros de un piloto excepcional
La verdadera y gran razón por la que Fernando Alonso ha estado a punto de ganar su tercer Mundial es por el propio Alonso. El piloto español ha hecho milagros con un coche que, salvo Monza, no era el más rápido de la parrilla e incluso allí rivalizaba con el McLaren por ese puesto. Fernando ha sido capaz de ganar las mismas carreras que el campeón, cinco, y de tener más vueltas rápidas que nadie con un coche al que siempre sacaban entre tres y seis décimas más de lo que era lógico. La diferencia con su compañero de equipo ha sido abismal y ha regalado algunas carreras memorables. La mejor de todas, la de Singapur donde, en un circuito muy de piloto, fue capaz de hacer pole, vuelta rápida y victoria con un coche que era seis décimas más lento que el Red Bull en las manos de Vettel. Aquel día, Horner reconoció que era Alonso quien les había ganado.Fernando siempre, sobre todo en una segunda mitad de temporada magistral en la que ha sido el mejor y el piloto que más puntos ha logrado, ha estado ahí, en la pelea, luchando por un título que por lógica no le correspondía, pero que finalmente parecía suyo. Alonso, en su primer año con Ferrari, ha devuelto la grandeza a una escudería que no atravesaba su mejor momento y ha conseguido llegar a las 26 victorias, más que Fangio, Lauda o Piquet, y es el segundo piloto con más puntos de la historia, números de campeón que marca época.En su favor hay que decir que siempre que tuvo un coche competitivo ganó, como en Monza o Alemania. Y en Hungría, donde los Red Bull le sacaban más de un segundo, supo terminar en segunda posición. Milagros.
Los rivales también han fallado
Lo cierto es que todos los pilotos protagonistas de este Mundial han cometido fallos, que les han llevado a la situación en la que se encontraron en Abu Dhabi. Los pilotos y los equipos. Porque Red Bull tenía el mejor coche, eso nadie lo duda, pero en ocasiones no se mostró lo fiable que hubiera sido deseable. Vettel tuvo que abandonar dos veces cuando tenía la victoria casi a punto por problemas en el motor Renault de su monoplaza y después cometió fallos tan importantes como el de Spa cuando se fue, literalmente, contra Button, o el de Turquía, cuando quiso adelantar a Webber por un sitio imposible. Son sólo algunos ejemplos. Hamilton, que era líder tras Spa, después cometió una serie de errores incomprensibles en un piloto que quiere ser campeón, como en Singapur cuando arremetió contra Webber en la salida, o en los libres de Japón, o en Monza donde también trató de pasar por donde no se podía. Webber ha cometido pocos fallos, pero el de Corea le ha costado el título. Aquel día Alonso, ganó por estar ahí, como en Bahrain, por ejemplo. Y es que el asturiano también ha sabido aprovechar su suerte en momentos puntuales.
Las razones por las que perdió
Proliferación de adversarios
Alonso ha ido, hasta el final, con un coche inferior, siempre era el que menos propulsores tenía. En Sepang, precisamente, llegó el primer gran fallo. Empezó a llover antes de la Q1, salieron todos los equipos, pero Ferrari se quedó esperando que dejara de jarrear, cuando quiso salir ya era tarde, fuera de la primer tanda y 19º en la parrilla de salida. En Spa también confiaron en una estrategia equivocada, salió décimo y ese puesto en la parrilla provocó un choque con Barrichello. En Alemania se solucionó, pero dejaron en el español un poso de piloto poco limpio, que la Prensa inglesa ha sabido explotar. Y el final en Abu Dhabi entrará en los libros que cuenten punto por punto cómo se debe perder un título. Por no hablar de la incapacidad para hacer un coche campeón, el F10 no era un Ferrari; la falta de rendimiento en Turquía, por ejemplo, ha sido clave en el campeonato, una pájara que no ha tenido Red Bull en todo el año.
Las decisiones de la FIA
Que Alonso no es el preferido de la FIA es algo evidente. Que Ferrari no tiene peso específico en las instituciones internacionales automovilísticas, también. No se puede decir que haya habido una persecución contra el español, pero sí es cierto que se le ha perdonado poco. En Valencia no sancionaron a Hamilton por pasar por delante del coche de seguridad, mientras que el español, que hizo lo que tenía que hacer, perdió muchas posiciones. Después, en Silverstone, fue sancionado con un drive through por adelantar a Kubica saltándose una chicane aunque podía que no tuviera otra opción.
Los fallos de Alonso...
Hasta mitad de año, Fernando cometió una serie de fallos que no son habituales en él, pero que resultan comprensibles cuando se lucha en inferioridad mecánica. El error más grave fue el choque contra el muro de Mónaco, destrozando su coche y no pudiendo salir a la clasificación. En Australia derrapó en la salida pisando las líneas blancas, le pasaron todos hasta comenzar último; en China salió antes, en Silverstone adelantó a Kubica saltándose la chicane y después debió ceder su puesto, pero fue sancionado. Y en Spa se salió de pista en un intento desesperado de remontar.
... y los errores de Ferrari
Alonso ha tenido rivales que compiten con él en talento o experiencia: de Button a Hamilton, pasando por los dos pilotos de Red Bull, el campeón Vettel y un sorprendente Webber. Estos cuatro pilotos, casi hasta el final, han estado luchando por el campeonato. Además, hubo otros con un coche inferior pero capaces de luchar con los grandes, como Kubica con el Renault. Y qué decir de Petrov en Abu Dhabi... Ahora no hay ni uno malo en la F-1, los 24 pilotos tienen un nivel excepcional y entre los candidatos había al menos tres, Alonso, Vettel y Hamilton, entre los más talentosos de siempre.
Superioridad de los rivales
Ferrari termina el año tercero en constructores. Si tenemos en cuenta que el coche que gana en equipos es el mejor, el F10 era el tercero, y si el segundo piloto ofrece la verdadera medida del coche, ahí está la temporada de Massa. El Red Bull es el mejor de los últimos años gracias al diseño de Newey, y el McLaren ha sido más veloz en muchas fases del campeonato que el Ferrari, el 'F-Duct,' una de las revelaciones técnicas del año, es cosa suya, los escapes bajos corresponden a Red Bull. La imagen de Alonso pilotando con una mano y tapando el hueco del F-Duct con la contraria en Montmeló...
FUENTE:
http://www.as.com