Ford acaba de mostrarnos las primeras imágenes del Taurus Police Interceptor, el esperado reemplazo de los tremendos Crown Victoria. Estos dejarán de fabricarse en 2011, cuando serán sustituidos sin interrupción por los nuevos Taurus. Terminará así la vida de una plataforma de casi 30 años de antigüedad, sólidos vehículos de configuración body-on-frame y fiables motores de ocho cilindros. Desde hace unos años sólo se vendían a flotas, pero parece que el rey de las flotas debe bajarse del trono.
El nuevo Taurus emplea una plataforma monocasco, estructuralmente reforzada para soportar las vicisitudes de la labor policial. Estos coches son los típicos que aparecen en las persecuciones y deben ser suficientemente fuertes para resistir impactos – y proporcionarlos – sin flaquear lo más mínimo. Por ello también equipan defensas reforzadas, llantas de acero y las necesarias luces estroboscópicas en el techo y calandra frontal. En cuanto a motores, Ford ofrecerá dos configuraciones desde un principio.
El Taurus es un coche de tracción delantera, una gran berlina que podrá equipar un 3.5 V6 Duratec de 263 CV - asociado a tracción delantera o total – o bien un 3.5 Ecoboost, que monta el Taurus SHO. La potencia es de 365 CV y el par máximo cercano a los 500 Nm, sólo puede ir acoplado a un sistema de tracción total. Por si acaso alguien lo dudaba, la transmisión de estos dos vehículos es invariablemente automática, de convertidor de par y con una palanca de cambios montada en la columna de la dirección.
Como Jake y Elwood decían, además de motor de poli, un buen coche de policía necesita suspensión de policía y frenos de policía. Así, los frenos tiene un diámetro superior a los de los Taurus estándar y un 20% más de resistencia al calentamiento. La suspensión tiene una mayor durabilidad y está testada para un uso exigente con incluso escapadas del asfalto. Otras mejoras mecánicas comprenden una batería de 24 voltios y un alternador de alta capacidad.
Este alternador suministra energía – técnicamente carga la batería – a las luces estroboscópicas y a los diferentes sistemas electrónicos del coche: cámaras de grabación, radios, el ordenador de a bordo conectado a bases de datos, etc. La vida a bordo será cómoda gracias a unos asientos más grandes de lo habitual, con huecos para los habituales cinturones de policía cargados de todo tipo de “herramientas”. También llevan una placa de blindaje en la parte trasera para evitar apuñalamientos.
El banco trasero es más grande de lo habitual y está completamente aislado de la parte delantera. Los asientos son de un material fácilmente lavable, manguerazo y todo arreglado. Se pondrá a la venta en 2011, junto a un SUV basado en el Flex, muy probablemente. Tomando un poco el pulso en algunos foros estadounidenses, se teme por la fiabilidad del vehículo – y el hecho de que su mantenimiento no sea tan sencillo o barato como en los Crown Victoria – pero en general la reacción es buena.
Fuente: http://www.diariomotor.com
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